La primera edición se centró en intervenciones murales, creadas por diferentes artistas inspirados en la historia, las tradiciones y los paisajes del pueblo.
El objetivo era lograr intervenciones artísticas de gran impacto, revitalizar zonas del pueblo y captar la atención de la ciudadanía a través del trabajo, el talento y la dedicación de diversos artistas.
Se crearon una serie de actividades complementarias para celebrar cada intervención artística y se propiciaron diferentes momentos de interacción entre ciudadanos y artistas para compartir experiencias. Previamente, el equipo organizador realizó un diagnóstico preliminar para identificar los aspectos más importantes e interesantes, reuniéndose con personas y grupos tanto para explicar este proyecto como para obtener información útil para los artistas, así como para identificar qué espacios o zonas del pueblo eran los más adecuados para las intervenciones.
Intervención mural en calle José María Carpintero
El mural de Ana habla de la inspiración. Se basa en la tradición musical del pueblo, su banda municipal y otras iniciativas artísticas. El dueño de la casa había sido una persona muy querida y destacada en el municipio por su creatividad y por dar impulso a proyectos musicales, por lo que se trata de algún modo, de un homenaje a su figura y legado.
Intervención mural en Calle Tripería
Épila consta de un gran pasado industrial, entre el que destaca la Azucarera. Es por ello, que Miguel quiso plasmar en su mural esta parte de la historia, basándose en fotografías antiguas y poniendo también de relieve, el papel de la mujer en ese entorno industrial de principios del siglo XX.
Para celebrar esta primera edición, se realizaron diferentes actuaciones al pie de los murales, con la banda de música, el grupo de jota o diferentes artistas invitados. Además, durante unos días los vecinos pudieron colaborar pintando un mural participativo en las piscinas.